La comparación entre distintos sistemas educativos es vital para extraer los elementos útiles que servirán para conseguir un pacto por la educación
en España. Para ello, se analizarán tres sistemas referentes a nivel internacional: Finlandia, Singapur y Suecia. En ellos, se analizará principalmente la relación entre la calidad del profesor
y el éxito del Sistema Educativo. Construir el sistema de educación.
Empezando con Finlandia, el motor del éxito es la
calidad del profesor
y el uso de la educación especial. Lo dicho, se debe aplicar en dos
momentos esenciales de aprendizaje
que son el inicio de la lectoescritura y en la ESO, para eliminar dificultades. Así, no se permite no leer bien en los primeros años de escolarización. Asimismo, se pone mucho esfuerzo en FP y es tan atractivo que el 40 % de los estudiantes lo escogen; añadiendo titulaciones atractivas que no son tan teóricas.
En cuanto a la
formación de profesores, el bachillerato actual consiste en cursos que se pueden elegir y una reválida que es obligatoria. Así, existen cuatro asignaturas vitales: inglés, finlandés, sueco y
matemáticas
para trabajar el pensamiento. Posteriormente, cada alumno añade asignaturas a su profesión según los distintos
planes de estudio. Finalmente, los futuros profesores envían sus datos y se elimina al 50 % según las notas; los restantes se examinan de lengua y resolución de problemas, eliminando otro 50 % de los aspirantes; los resultantes acceden a una entrevista. Construir el sistema de educación.
Como se ha comentado, existen tres niveles de selección intelectual en la formación del futuro profesor. Así, un profesor antes de entrar en el proceso de formación docente posiblemente ya es un buen profesor: persona culta, respetable y respetada. En concreto se analizan cuatro factores que siempre van en la misma dirección:
I. Lo que hace el alumno
II. Lo que hace el padre
III. Lo que hace el profesor
IV. Lo que hace el estado
Por otro lado, Singapur lo hace de forma distinta; uno se sus slogan es que el alumno tiene que tener la posibilidad de
desarrollar el nivel óptimo. Así, se diseña el sistema educativo para que esto sea posible. Aunque hay exámenes e itinerarios, su educación es flexible para que cada estudiante encuentre lo que quiere estudiar y como lo quiere estudiar.
En este proceso, la selección de profesores es la pieza principal. Al finalizar el bachillerato, los jóvenes solicitan su inclusión en
formación de profesores, siendo los escogidos los de mejores notas que representan el 20 %. Para obtener el acceso a formación, Singapur paga a los futuros profesores durante su formación que consta de tres años. Por tanto, es posible que antes de entrar a la formación docente ya sean buenos docentes debido al método de acceso. Una vez que empiezan a trabajar como docentes tienen derecho a un mentor que los instruye en sus inicios.
Algo a destacar es que tras unos años de desempeño, estos profesores pueden escoger una segunda carrera: ser mentores o convertirse en autores de manuales. Asimismo, podrán acceder a convertirse en expertos para el ministerio de educación, lo que crea un ambiente de confianza en todo el proceso educativo. Ésta, es una situación envidiable y digna de imitar, si se puede. Construir el sistema de educación.
Finalmente, Suecia sería un caso de modelo negativo. Así, en los años sesenta empieza con distintas reformas en una situación en la que hay alto nivel de educación, económico y una paz social envidiable. En concreto, se intentó usar el sistema educativo para lograr la igualdad. En este sentido, se eliminan los exámenes y las exigencias para hacerlo accesible a todos; insistiendo en el método de trabajo que consideran más importantes que los contenidos.
Por su lado, todos los profesores suecos aprenden MAKIS: Motivación, Actividad (manipular), Concreto (pintar, dibujar, modelar), Individualización (trato individual), y Socialización. En este caso, no se habla de conocimiento, se cree que los
métodos
van a desarrollar competencias y quitan importancia a los contenidos. Suecia ha invertido mucho en este tipo de modelo.
Al empeorar los resultados, han concluido que la inversión no ha servido si los principios de los que se parte no son los mejores. Además no se ha obtenido mejoría en los alumnos con más problemas. Mientras Suecia intentó un camino pensando que se podía sacrificar la calidad para lograr mayor acceso a todos, Suecia y Finlandia apuestan por el contenido.
En España, el sistema educativo se puede comparar a Don Quijote. Así, existe buena voluntad pero no se molesta por ver
cual es la realidad
y no se logran buenos resultados. No hay beneficio mayor para un docente que poder ver que el alumno/a está aprendiendo.