Todos conocemos la escuela tradicional, esa forma de enseñar que se remonta a más de un siglo.
Encontrar el genio en niños y niñas se ha convertido en una necesidad más que un objetivo en el siglo XXI. Por
tanto, es preciso abordar las nuevas realidades, no solo por la pandemia, sino también para enfrentar los
retos y desafíos de la ciencia.
Sir Ken Robinson, fué un niño de una familia trabajadora, cuyo talento fue descubierto por un profesor
para convertirse en catedrático, escritor y conferenciante; en la actualidad ejerce de asesor de gobiernos,
empresas e instituciones. Según él, en todo pequeño la ecuación es simple: talento más pasión igual a
éxito. Encontrar el genio en niños y niñas.
Según lo dicho, los padres juegan un papel clave, deben reconocer las habilidades naturales de los
pequeños y potenciarlas para que florezcan. Pero, ¿qué ocurre en las escuelas?. ¿Cuáles son las mentiras
de la escuela tradicional, tal y como la conocemos?.
Todos los países del mundo están llevando a cabo profundas reformas de la educación. El dicho “si te
esfuerzas tendrás una carrera y un buen trabajo asegurado” ha muerto, ya no se lo cree nadie. La realidad,
es que educamos a los niños con ideas del pasado para un mundo cambiante que desconocemos.
Las líneas maestras del sistema educativo se han concebido al servicio de la caducada revolución
industrial. Por tanto, se siguen priorizando las materias, clasificando a los pequeños en listos o tontos.
Así, muchos se quedan fuera del sistema porque no son brillantes y esto produce una pérdida de talento,
que aunque no es deliberada, es sistemática.
Si estamos interesados en cambiar el sistema educativo, no deberíamos clasificar a los niños por edades,
propio de la era industrial. Así, la educación consiste en desarrollar seres humanos, y el desarrollo
humano no es lineal.
Según un estudio, el 98 % de los niños y niñas tienen capacidad para desarrollar inteligencia de forma
integral. Sin embargo, al pasar por el sistema educativo, el pensamiento creativo desciende de forma
dramática; los pequeños crecen en un sistema en el que solo se permite manejar una respuesta.
Se estima que entre el 5% y el 10% de los niños en edad escolar padecen déficit de atención. La realidad,
es que el sistema educativo de toda la vida no interesa a los alumnos que han crecido en un mundo
diferente.
Se debe exigir más a las escuelas y no tanto a los alumnos; el objetivo debería ser identificar aptitudes
naturales y potenciarlas.
El talento es algo tan personal e intransferible como la huella dactilar, los test de inteligencia no son
efectivos. Por tanto, la clave es de que manera se puede ser inteligente y no si lo eres.
Dicho lo anterior, método Singapur es una metodología dinámica y divertida pensada para descubrir y
potenciar habilidades innatas en los más pequeños. Así, se basa en desarrollar el pensamiento de forma
individualizada para adaptarse a las necesidades individuales, con trabajo cooperativo y en distintas
franjas de edad. Asimismo, es una metodología que potencia la innovación y creatividad potenciando la
motivación y autoestima del alumno. Descúbrelo en INGENIU.